domingo, 5 de abril de 2009

monstruo

Aquí no hay música, ni humo, ni eso que llaman amor
ni siquiera sexo. Tengo a mi lado
películas, discos y tedio sobre
la cama que infinidad de noches o
días a servido para enfriar los
cuerpos, las emociones, la lujuria,
el amor. Quisiera bajar y andar
por donceles y forzar un candado
y robar un libro para que piensen
que leo y me detengan y me muestren
ante los medios de comunicación
y así dejar el anonimato que
produce este monstruo de individualidades,
este concreto que no es mío ,
esta encantadora ciudad inhabitable.
Por lo pronto, aquí no hay música, ni humo,
ni eso que llaman amor, ni siquiera sexo.
Por lo pronto sigue el desagüe
y espero a la única persona
que no sé si me espera.

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